Los puertos de Galicia miran al Atlántico y al Cantábrico, hacia el fin del mundo. No son luminosos como los mediterráneos, la luz es diferente. Pero envueltas en la niebla o bajo el tímido sol que se cuela entre las nubes las barcas también presumen de color. Los pueblos marineros siempre son de colores, miren hacia el mar que miren.
1 comentario:
Veo que te gusta el color azul. También a mí.
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