martes, 17 de mayo de 2011

pobres pajarillos


No puedo dejar de pensar en los pobres pajarillos. El fin de semana descubrimos un nido de golondrina dentro del piso. Una obra de ingeniería natural increíble: estaba en la pared encima de la puerta, aprovechando unos cables de la luz. Un armazón de barro oscuro pegado directamente a los azulejos de la pared servía de sustento al nido de ramitas. Desgraciadamente todo estaba sucio, suelo, paredes y no tuve más remedio, no sin antes pensarlo con desesperación que retirarlo. Cuando los pájaros nos descubrieron empezaron a revolotear y piar desesperados. Al despegarse el nido de la pared cayó y, ¡¡¡horror, se rompieron los huevos que había dentro!!!
¡¡¡Qué sensación más desagradable!!! ¡¡¡Pobres pájaros!!! Lo que se supone era un lugar seguro acabó de la peor forma, privando a los moradores de su nido, y además destruyendo su casa y matando a sus crías. No se qué podía haber hecho con el nido. Obviamente la solución que escogí fue la peor de las posibles y el sentimiento de culpa que tengo ahora es justo. No sé qué habrá sido de ellos. Espero que hayan hecho otro nido en un lugar más habitable para ellos. La pérdida de los huevos es irreparable y puede que haya que esperar a la primavera que viene para que vuelvan a poner. Realmente lo siento.

1 comentario:

gemma dijo...

ERES UN VERDADERO MOUNSTRUO!!!, a mi tambien me dio mucha penita, destruimos su hogar,imaginate que impotencia!!!, malos, malos, somos malos!!!