El 27 de febrero del año pasado una "tormenta perfecta" o ciclogénesis explosiva como la denominaron los meteorólogos, llenó de alertas rojas y naranjas el mapa del país. Nosotros salimos para sentir la fuerza del viento por las calles del pueblo. Las rachas eran violentas y el ruido que provocaban a su paso inquietaba y te producía una sensación fuerte de inseguridad. El atardecer fue precioso, con un cielo azul intenso y oscuras nubes que lo recorrían a toda velocidad. Esa tarde muchos tejados, árboles y paredes no aguantaron la fuerza del viento, ya dañados por la nieve, la lluvia y el hielo del crudo invierno. Nosotros tuvimos la suerte de tener el viento a favor y las calles vacías, como en un pueblo fantasma bajo la tormenta.
2 comentarios:
Las banderas del ayuntamiento???
si, y con un airazo de miedo!!!!
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