Hace unos días pasábamos de los 36 grados y ahora, que ya ha llegado el 40 de mayo nos quedamos en los 15. Lo cierto es que aún estamos en primavera y aunque hace días que llevamos la ropa de verano, el tiempo no se ha estabilizado y en unas pocas horas una borrasca nos cruza desde el atlántico y nos deja lluvias, viento y temperaturas un poco bajas.
Ayer llovió casi todo el día y a última hora se abrieron claros y empezaron a caer chaparrones. El sol de poniente asomaba con una cálida luz y estaba seguro de ver el arco iris hacia el este. Pero no estaba allí. Pasaron más nubes y más lluvia y salió de nuevo el sol, pero ni rastro del arco iris. El día se iba acabando poco a poco y la luz también, así que pensé que los rayos del sol no querían pasar por entre la lluvia esa tarde.
Pero no me di por vencido y seguí mirando por la ventana. Unos minutos antes de que el sol desapareciera definitivamente detrás de las nubes apareció la luz mágica y lo tiñó todo de un naranja suave. Como suele suceder el momento fue fugaz, quizás unos pocos minutos. Las nubes algodonosas cargadas de agua reflejaron los rayos y la luz atravesó las gotas por fin. Fue un arco iris tenue, de dominantes cálidas y efímero, que jugó conmigo al escondite y que al final se dejó encontrar.
Hoy también ha llovido ...
2 comentarios:
Bonita maneira de gozar da choiva
Que maravilla ese cielo de la segunda foto.
Aqui diluvio la semana pasada, a ver que nos trae esta!
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