Dos días antes del eclipse la Luna salía casi llena un rato antes de la puesta de Sol. En los largos y calurosos atardeceres de mediados de junio se podía ver blanca sobre un cielo todavía muy azul.
La noche del eclipse nos mostró una cara rojiza y naranja que no suele dejar ver a menudo. Aquí se acaba la fase de penumbra y la luz directa del Sol ya baña una pequeña franja de la superficie reflejando de nuevo el blanco habitual, mientras el naranja dodavía es intenso.
La relativa oscuridad del cielo despejado de esa noche nos regaló un espectáculo maravilloso.
2 comentarios:
Yo desde Barcelona tambien la vi el dia del eclipse, aunque no tan bonita. Y las fotos me salieron fatal, jejje. Las tuyas son estupendas!
¡Muchas gracias!
He visto fotos del eclipse desde Barcelona. El cielo estaba naranja de contaminación lumínica. Aquí está más oscuro y el eclipse se vió muy bien.
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