domingo, 26 de septiembre de 2010

anochece

Lentamente la luz del cielo y del agua van cambiando de color y tonalidad hacia el azul oscuro y se levanta una brisa fresca que calma el calor del día. Después de bajar del vaporetto que nos trae de vuelta de las islas cercanas reponemos fuerzas en una pizzería. Al poco rato las apariencias cambian y las calles y canales ya no son los mismos. A nuestra espalda queda la laguna Véneta con su tranquilo ir y venir de barcos y las cercanas islas de San Michele y Murano; hacia oriente la brillante luna. Los canales del norte de la ciudad, de este sestiere que no se deja apabullar por las masas de San Marco se van dejando acunar por la calma de la noche, con suaves vaivenes que mecen las barcas amarradas.

1 comentario:

Luisa dijo...

Es una fotografía estupenda, más cuando mi momento favorito del día es el anochecer.