El viento sopla del norte, aunque no hace frío. Las copas de los árboles y la hierba se mueven y susurran con sus rachas y el mar cercano completa la banda sonora de la noche. La luz de la luna ilumina el bosque. Ya es tarde pero el viento no calma y todo parece estar en movimiento. Hay una luz extraña y además siento la presencia de seres humanos cerca de nosotros... creo que se esconden y nos acechan pero no puedo distinguir si es el viento o son ellos que afuera danzan alrededor nuestra. La inquietud se apodera de mi pero no me atrevo a asomarme. Por fin miro hacia fuera pero no será hasta el alba cuando la luz del día me desvele el misterio...
lunes, 26 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
atardecer de julio
Estamos en mitad de julio, aunque aquí la meteorología es benévola y nos libra de los 40º C. Las colas de varios frentes atlánticos que circulan más al norte llegan hasta estas latitudes y dejan temperaturas a veces otoñales y cielos cubiertos mientras en otras partes de la península el rigor de la estación veraniega se impone. Entre una borrasca y otra quedan unas horas de cielos despejados por el viento del noreste. Al final de la tarde las nubes se marchan rápido hacia poniente y aparece el brillante Venus y la sorpresa de la Luna cenicienta que inicia su fase de creciente y que se pondrá un rato después del Sol y antes que Venus. Cuando la luz del crepúsculo baja de intensidad se distingue también el brillo de Régulus, en Leo, que forma un triángulo entre la Luna y Venus hacia la derecha. Todo un espectáculo para relajarse y disfrutar del cielo de verano. Un poco más tarde habrá que sacar el 2.8 que tan amablemente me han dejado (oh, maravilla!!!).
lunes, 12 de julio de 2010
la marea roja!!!
El fútbol, como no. El fútbol está en todas partes. No me gusta especialmente, pero si me gusta seguir los partidos cuando se trata de un acontecimiento importante. Reconozco que un buen partido merece la pena verlo, es emocionante. Además quedar con los buenos amigos en un bar y disfrutar de unas cervezas y del ambiente no tiene precio. Pienso en las cantidades inabarcables de dinero que se mueven, en los grandes negocios y beneficios que se generan y si el reparto pudiera beneficiar, aunque solo sea un poco a los que siempre pierden. Esta vez el continente Africano ha acogido el mundial y muchos de nosotros hemos aprendido algo sobre Sudáfrica. Y seguro que algo positivo han podido recibir.
En todos los países a los que he viajado se habla de fútbol, se levantan pasiones, se viven los partidos y se conocen el Real Madrid y el Barça en los rincones más insospechados. En cualquier parte puedes hablar con la gente del último fichaje o la destitución del entrenador o puedes reírte con los niños que juegan con un balón en la calle. El fútbol es universal y es un nexo común para culturas diferentes.
Esta vez la Roja ha llegado a lo más alto y aunque no tengo mucha idea, creo que su juego y su estilo han sido justos merecedores de ganar el mundial. Me fui enterando de los resultados de la selección sin demasiado interés. Poco a poco la cosa se ponía interesante y estuve a punto de ver el Portugal-España (pena no hacerlo). A partir del siguiente los vi todos, con Paraguay, Alemania y la final con Holanda. Las calles llenas de banderas, la gente vistiendo la camiseta, los bares y las plazas sacando las pantallas a la calle. Las horas previas todo el mundo expectante. El partido fue intenso y la fiesta fue tremenda y no es para menos. La gente se echó a la calle inundando todo de rojo, de gritos, pitidos y vuvuzelas (siempre se aprende algo, ¿verdad?). La gente necesita alegría y ayer nos la dio la selección.
Aunque escéptico al principio, poco a poco me fui dejando llevar por la marea roja. ¡Enhorabuena!
En todos los países a los que he viajado se habla de fútbol, se levantan pasiones, se viven los partidos y se conocen el Real Madrid y el Barça en los rincones más insospechados. En cualquier parte puedes hablar con la gente del último fichaje o la destitución del entrenador o puedes reírte con los niños que juegan con un balón en la calle. El fútbol es universal y es un nexo común para culturas diferentes.
Esta vez la Roja ha llegado a lo más alto y aunque no tengo mucha idea, creo que su juego y su estilo han sido justos merecedores de ganar el mundial. Me fui enterando de los resultados de la selección sin demasiado interés. Poco a poco la cosa se ponía interesante y estuve a punto de ver el Portugal-España (pena no hacerlo). A partir del siguiente los vi todos, con Paraguay, Alemania y la final con Holanda. Las calles llenas de banderas, la gente vistiendo la camiseta, los bares y las plazas sacando las pantallas a la calle. Las horas previas todo el mundo expectante. El partido fue intenso y la fiesta fue tremenda y no es para menos. La gente se echó a la calle inundando todo de rojo, de gritos, pitidos y vuvuzelas (siempre se aprende algo, ¿verdad?). La gente necesita alegría y ayer nos la dio la selección.
Aunque escéptico al principio, poco a poco me fui dejando llevar por la marea roja. ¡Enhorabuena!
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