Llegamos al pueblo ya de noche, en una oscura, húmeda y fría tarde de principios de diciembre. El invierno se adelantaba, los robledales empapados tapizaban las laderas con un manto marrón y más arriba los enormes pinos se elevaban hacia el cielo imponentes. La sierra norte de Madrid se desplegaba ante nosotros con sus colores de finales del otoño. El pueblo está rodeado por el río y por una muralla árabe que se comenzó en el s. XI y tiene dos partes, la paralela al río o adarve bajo y el adarve alto. La iglesia de Santa María del Castillo es de estilo gótico flamígero y su torre es mudéjar. Entramos al recinto por la torre Albarrana o del reloj y callejeamos un poco. Buscamos un sitio para tomar algo y entramos en la taberna de Teo. El pequeño local lleno de botellas de vino fue la peor elección. Detrás de la diminuta barra una pareja desagradable no quiere niños en su local y se molesta si solo pides una cerveza. Menos mal que nosotros somos muuuuuuuy educados y amables !!! Queda para otro momento visitar la parte de la muralla que entra en el río, la coracha, el alcázar y la casa del bosque de estilo palladiano. Por supuesto, nos tomaremos un buen vino en cualquier taberna y nos reiremos un rato ..., verdad ??? Gracias por el paseo !!!
4 comentarios:
Bonita vision de una tarde en familia
decalración de ignorancia: desconocía a existaencia dun sitio tan prometedor preto de Madrid.
La "Sierra Pobre" de Madrid es poco conocida y esconde verdaderos tesoros, sobre todo naturales, como el Hayedo de Montejo. Más conocido es el de Tejera Negra, ya en Guadalajara y que está cerca. Además allí, entre macizos graníticos viven unos amigos muy especiales...
Muy cerquita de rascafría. Es una zona muy bonita.
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