Una desapacible tarde de finales de abril el cielo cargado de nubes plomizas anuncia lluvia. Casi no hay nadie en la plaza, solo unos chicos jugando con una pelota y un grupo de chicas. Hace frío y el viento del noroeste no da tregua. Aún así la luz es buena, así que recorremos con la cámara la iglesia y las fachadas de las casas porticadas para componer otra panorámica de 360º.
Antes de montar la foto completa me detengo en algunas partes. En la foto se ven las casas porticadas del s. XIX del lado noroeste, residencia de canónigos, con sus arcos de medio punto desde donde poder resguardarse del viento y la lluvia que empezó a caer un ratito después.
2 comentarios:
!!Ea, galán!! Así me gusta, que pongas foros de la tierra donde crecimos.
Claro!!! La plaza es muy bonita, hay que presumir de ella.
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