Ayer hubo un eclipse total de Luna que coincidía con la fase de llena y tuvimos la suerte de poder verlo. Salimos al atardecer, cuando el Sol todavía calentaba un poco antes de ponerse. Buscamos una buena localización a las afueras de la ciudad, cosa difícil. Después de caminar para un lado y otro siempre aparecían carreteras, luces o cables de alta tensión como fondo. Cuando el Sol ya se había puesto encontramos un buen sitio a la orilla del camino junto a un campo de cereales y esperamos. La noche era templada y no dejábamos de mirar hacia el sureste buscando la Luna. Salió a las 22:14 ya eclipsada totalmente pero el resplandor del Sol no nos dejó verla hasta pasadas las once menos cuarto. De repente oímos a lo lejos que unos niños gritaban ¡mira, mira, ahí está! Tenue y con un extraño y fascinante color rojizo ya estaba algo alta en el horizonte. Poco a poco fue cambiando al naranja en la fase de penumbra hasta que la luz empezó de nuevo a bañarla. Nunca antes había visto la Luna con ese color. De fondo teníamos el canto de las aves nocturnas y la ciudad a un paso.
