estado de ánimo

 

Castelo de Vide, Alentejo. Portugal, fin de año 2009.

 

Sus ojos reflejan tristeza, quizá porque está encerrado, quizá porque está solo. No ladra ni se inquieta, sólo espera asomado a la ventana. Seguro que al rato encuentra la puerta abierta...

miradas II

La curiosidad es mutua entre la mirada del gato y la mía. ¿Qué pensará mientras me ve hacer la foto? Está acostumbrado a ver a seres extraños como nosotros merodeando por ahí. Al menos no le ha supuesto una gran molestia dedicar un momento a mirar al objetivo. Después seguirá al sol del otoño en la plaza o en las escaleras de piedra de la aldea en la montaña.
Me gustan los gatos. Los hay por todas partes y siempre los identifico con los pueblos tranquilos y soleados del mediterráneo y las bulliciosas ciudades de oriente. Son elegantes, precisos, sigilosos y rápidos y están presentes en la vida y la mitología de multitud de culturas.

UNA SONRISA

Siempre he sentido curiosidad por descubrir lo que me rodea. Y es por eso por lo que me gustan por igual los viajes y la fotografía, que se complementan a la perfección. Entiendo por viaje el acercamiento con curiosidad y respeto a lo cotidiano que acontece a cada momento, en cualquier parte. Me interesan los paisajes, quien en ellos habita y las formas que tiene de hacerlo. Desde esta pantalla, que es ventana, puedo también asomarme a descubrir los alrededores. A través de ella yo también puedo mostrar y compartir cosas.